Hace un par de semanas sonó la noticia de que un cohete de SpaceX estaba en camino de estrellarse contra la Luna. Nada, que resulta que los astrónomos estaban equivocados. Sí, efectivamente un cohete esta en camino hacia la luna y que impactara de manera descontrolada en la superficie del satélite el 4 de marzo, se decía que era la segunda etapa de un Falcon 9, pero que siempre no, que es el propulsor de un cohete Larga Marcha 3C que se usó en la misión china Chang’e 5-T1 en hace 8 años, es decir en el 2014.
El astrónomo Bill Gray, que desarrolla el software Project Pluto que se encarga del rastreo de objetos cercanos a la Tierra, reconoció el error, aclarando que un ingeniero del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Jon Giorgini, fue quien se dio cuenta de que el objeto que impactara no podía ser la etapa superior del cohete Falcon 9 utilizado para la misión DSCOVR de NOAA en 2015.
Giorgini argumentó que el observatorio DSCOVR no había tenido proximidad a la Luna, por lo que sería extraño que el cohete que lo lanzó sí lo hubiera hecho. Entonces Gray haciendo una revisión en sus datos, identificó otro objeto que cumplía mejor con la trayectoria del objeto en cuestión, denominado WE0913A. No fue difícil, ya que pocos cohetes llegan tan alto como para acercarse a la Luna de esta manera.
WE0913A ha sido reidentificado como el propulsor de la misión Chang’e 5-T1. En octubre de 2014, la Administración Espacial Nacional de China (CNSA) lanzó una sonda a la Luna a bordo de un cohete Larga Marcha 3C como prueba para una futura misión de recolección de muestras lunares. El momento del lanzamiento y su trayectoria coinciden casi a la perfección con la órbita del objeto que golpeará la Luna el 4 de marzo a las 12:25 UTC.
Antes de darse cuenta de su error, Gray atribuyó a una fuga de combustible la trayectoria errática del Falcon 9. El astrónomo Jonathan McDowell, que lo ayudó a identificar correctamente el objeto, escribió en Twitter que este error enfatiza la falta de seguimiento adecuado para los objetos del espacio profundo, a modo de alertamiento para las agencias espaciales.
Sin duda esta será la primera vez que un cohete forme un cráter en la Luna de manera no intencionada. En los 60, las etapas superiores de las misiones Apolo chocaron contra la Luna para inducir pequeños sismos detectables. Y en 2009, la NASA estrelló la nave LCROSS en la superficie lunar para estudiar las partículas liberadas por el impacto. Con suerte, las sondas Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA y Chandrayaan-2 de la India podrán capturar imágenes del cráter de impacto una vez que el cohete Larga Marcha 3C termine su viaje.