Hace poco les hablaba en un artículo sobre ¿Realmente sirve de algo tapar tu webcam?, donde nos referíamos a la mayoría de dispositivos que contaban con cámara integrada o externa. Hoy les hablaré de algo más específico, si tapar o no las cámaras de los smartphone.
Muchas personas tienen la costumbre de tapar la webcam de sus portátiles por incomodidad o porque saben que remotamente se puede activar la cámara y espiarlos sin que puedan enterarse. El problema es que no tapan las cámaras o micrófonos de sus smartphone y por esa vía también existen aplicaciones que podrían estar espiándolos.
Se han visto casos de aplicaciones de terceros o algunas coladas en Google Play que resultan ser un verdadero caballo de troya. Te pintan algo interesante como en su momento una ‘linterna’ para poder prender y apagar el flash, donde realmente oculta un programa capaz de espiar toda la información de tu móvil. Por ello hay que prestar suma atención a los permisos y accesos que necesita una aplicación para ser instalada, si se trata de una ‘cámara pro‘ es obvio que necesite acceso a la cámara, pero si se trata de una ‘brújula pro‘ no deberías instalar dicha aplicación por precaución.
¿La solución más segura es tapar la cámara del móvil?
Este tipo de infección es muy peligrosa debido a que podrían tomarse fotografías con la cámara frontal, a nuestro entorno con la cámara trasera y grabar todas las conversaciones que tenemos, sea mediante llamada o hablando con compañero de trabajo y el móvil en la mesa. Tal vez para el ciudadano de a pie no le importe mucho, pero su privacidad está en juego y los riesgos aumentan si se tiene un cargo importante donde se maneje información confidencial.
Un error común es creer que somos lo suficientemente listos como para que nuestro smartphone sea infectado con ningún tipo de malware, pero la realidad es otra, sobretodo en casos donde las personas descargan muchas aplicaciones de terceros para evitar pagar en la Playstore o simplemente porque no se encuentran en la tienda.
Por esa razón al parecer la solución más segura es simplemente tapar las cámaras del móvil utilizando una ‘pegatina’ o ‘calcomanía‘. En el caso de los micrófonos es un poco más complicado porque no puede resolverse tan fácilmente. Según Edward Snowden lo recomendable es desinstalar los móviles y micrófonos directamente (es decir, desmotar el equipo y retirar el hardware), que aunque pueda ser una solución radical, es la más eficiente para proteger la privacidad.
Podría estar espiándote cualquier persona
Hoy en día existe una gran cantidad de software de espionaje a los que cualquier persona puede acceder con tan sólo comprar el programa o suscribirse a planes de pago. El problema es que la venta de este software no es ilegal. Una persona que tenga interés en nuestra información puede comprarla, instalarla en nuestro móvil sin que nos demos cuenta y recolectar todo lo que desee: fotografías, vídeos, ubicación, hacer todo eso en tiempo real y sin que tengamos idea de ello.
Es mejor prevenir que lamentar
Eliminar el hardware del smartphone puede ser la solución definitiva pero también la más radical, debido a que muchas veces nos fijamos en los móviles por la resolución de cámara, por ejemplo. Por ello la solución más recomendable es la misma que se aplica para los portátiles, tapar la cámara cuando no se esté utilizando y en caso de estar en una reunión importante, retirar la batería o apagar el móvil.
No descargues aplicaciones de terceros de dudosa procedencia y siempre revisa los permisos de las aplicaciones que vas a instalar. Acostúmbrate a tener siempre el móvil en tu campo de visión y no permitas que nadie lo revise sin supervisión.
