Hace unos días Internet Archive recibió una demanda de 4 editoras por publicar libros en formato digital en su biblioteca online, algo que muchos agradecieron en tiempos de cuarentena. Internet Archive ha tenido que cerrarla para no tener que enfrentarse en los tribunales.
La Biblioteca Nacional de Emergencia era un programa que puso a disposición del público aproximadamente 1,4 millones de libros sin las listas de espera habituales.
Este programa concluyo antes de tiempo ante la demanda de infracción de derechos de autor. Internet Archive explicó en una publicación de blog que después del 16 de junio, volvería a un modelo de préstamo digital controlado, en el que las bibliotecas prestan a los usuarios copias digitalizadas de un libro físico, uno por uno.
Fue el lunes pasado cuando cuatro editoriales comerciales optaron por demandar a Internet Archive durante la pandemia global, una demanda que podría afectar a cualquier biblioteca que posea y preste libros digitales, desafiando la idea misma de lo que es una biblioteca en el mundo digital. Al eliminar las listas de espera, el programa de la Biblioteca Nacional de Emergencia cambió de manera efectiva la forma en que los editores han controlado hasta ahora cómo las bibliotecas distribuyen libros electrónicos.
Los editores venden licencias de dos años que cuestan mucho más que un libro. El programa de Internet Archive lo que hacía es que un número ilimitado de personas pudiera descargar temporalmente un solo libro electrónico un número infinito de veces entre el 24 de marzo y el 30 de junio, la fecha de finalización original del programa, para ayudar durante la cuarentena.
En su queja, Hachette, HarperCollins, Penguin Random House y John Wiley & Sons alegan que, además de violar los derechos de autor, el programa gratuito de libros electrónicos de Internet Archive «excede enormemente los servicios legítimos de la biblioteca» y «constituye piratería digital intencional a escala industrial».
Las editoras podían reclamar hasta 150.000 en daños por cada libro publicado, y eso haría que toda la web tuviera que cerrar, ya que es una organización sin fines de lucro incapaz de asumir el gasto.
Los préstamos digitales controlados no son exclusivos de Internet Archive, por lo que parece que tendrán que definirse nuevas normas.