En marzo de 1800 el naturalista alemán Alexander Von Humboldt observó el extraordinario espectáculo de pescadores nativos que recogían anguilas eléctricas por «pesca con caballos”. Estos peces tropicales que pueden medir hasta dos metros de largo saltaban desde sus charcas para electrocutar, el agresivo ataque de las anguilas se tenía por una leyenda, hasta ahora.
Humboldt y el naturalista Aime Bonpland, se aventuraron hacia Venezuela hace más de 200 años en busca de especímenes vivos de anguila para realizar sus estudios. Las anguilas eléctricas viven en el lodo de aguas poco profundas y no son fáciles de pescar por métodos tradicionales. Lo mas recomendable era recoger a las anguilas eléctricas por «pesca con caballos”.
La «pesca con caballos” consistía en meter a un par de caballos dentro de un estanque donde se sabia que se encontraban anguilas eléctricas, una vez que el alboroto de los caballos se hacia presente dentro del estaque las anguilas se lanzaban hacia fuera del agua, pegándose a las patas y el vientre de los caballos y electrocutándolos.
El cruel método termino con dos caballos ahogados al desvanecerse por las descargas (las anguilas logran liberar hasta 600 voltios de electricidad), pero dio sus frutos. Los peces terminaron tan cansados de sus ataques que los pescadores pudieron recogerlos sin problemas de la superficie con ayuda de palos.
Esta legendaria historia de aventuras de América del Sur ayudó a impulsar a Humboldt a la fama y se ha relatado e ilustrado en muchas publicaciones, pero los investigadores posteriores han sido escépticos. Después del tiempo este relato llamo la atención del biólogo Kenneth Catania quien comenzó a investigar los agresivos ataques de las anguilas eléctricas.
El biólogo y neurólogo de la Universidad Vanderbilt se percató de que las anguilas saltan fuera del agua para tocar objetos que perciben como una amenaza cuando nadan en aguas poco profundas, y tienen una buena razón para hacerlo: así logran hacer sus ataques mas letales.
Usando objetos como una prótesis dotada de lámparas LED, Catania y su equipo ha podido determinar que saltar fuera del agua hace que las descargas de las anguilas sean mucho más potentes.
Los pulsos de la descarga eléctrica de la anguila se distribuyen rápidamente dentro del agua, pero al saltar fuera el propio cuerpo del animal reparte los polos de la descarga y la potencia de esta golpea con toda su fuerza. El estudio, recién publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) no solo verifica el relato de Humboldt de hace más de 200 años, sino que añade una explicación al agresivo ataque de las anguilas eléctricas. [Fuente: es.gizmodo.com]