En la última década, algunos sectores de la industria como la automatización, la aeronáutica, la arquitectura, entre muchas otras, han investigado materiales que estén diseñados para ser dinámicos en función y en forma, que sean competitivos comparados a otros materiales tradicionales, que sean de fácil fabricación, configurables y capaces de auto-ensamblarse.
El laboratorio de investigación multidisciplinaria del MIt, (el Self-Assembly Lab), desarrollo nuevas tecnologías de materiales programables, que son capaces de auto-ensamblarse, y le dan un nuevo concepto a la construcción, la fabricación, al rendimiento de productos y al montaje.
El director de Self-Assembly Lab, Skylar Tibbits, presento en el 2013 las ventajas que se lograrían con la impresión en 3D, la cual permite añadir una dimensión temporal a los procesos de fabricación aditiva, esto se logra cuando el material impreso entra en contacto con fuentes de energía pasiva, como el agua, de esta manera el material reacciona como si hubiese sido programado.
Actualmente Self-Assembly Lab se asoció con el diseñador Christophe Guberan y el científico informático Erik Demaine, esto con el fin de poder diseñar filamentos de madera, el cual se ha utilizado como material activo durante mucho tiempo, ya que al humedecerla se curvea. Gracias a la nueva tecnología se ha logrado imprimir con granos de madera, los cuales al humedecerse, se expanden, de esta manera los materiales que contengan estos granos de madera sufren una transformación controlada.
Las posibilidades que dan las nuevas tecnologías y los nuevos materiales permiten que “programar materiales” sea sencillo, este método tiene una amplia gama de oportunidades, en las cuales un material se puede transformar y adquirir cualquier apariencia o figura que se necesite en la industria, además de que esto revolucionara los campos como la biología, ciencia de materiales, software, robótica, fabricación, transporte, infraestructuras, construcción, arte, e incluso la exploración espacial.
Excelente articulo!!