En enero de 2019, el vehículo explorador chino Yutu 2 descendió a la superficie lunar desde la sonda espacial Chang’e 4, la primera nave de la historia que aterrizó en la cara oculta de nuestro satélite. Desde entonces, el vehículo ha estado explorando esa región y ha encontrado a su paso diversas estructuras geológicas interesantes.
Hace unos días, la Administración Espacial Nacional de China ha informado del último hallazgo de Yutu 2: unas esferas translúcidas de material vítreo de unos centímetros de diámetro. El descubrimiento ha sido anunciado en Science Bulletin por un equipo dirigido por Xiao Zhiyong, de la Universidad Sun Yat-sen. Los investigadores interpretan las esferas como los restos de un impacto a gran velocidad sobre la corteza lunar.

Según los expertos, el material rocoso se habría fundido como resultado de la colisión de un objeto contra el satélite. La corteza lunar está compuesta mayormente por plagioclasa, un mineral del grupo de los feldespatos. De acuerdo con la hipótesis, el fundido resultante del impacto se solidificó en forma de gotas de vidrio: la plagioclasa, pobre en hierro, se condensó enseguida y dio lugar a la abundantes estructuras esféricas translúcidas que ha hallado ahora Yutu 2.
La Agencia Espacial China ya ha traído rocas lunares a la Tierra: en diciembre de 2020, el módulo de aterrizaje Chang’e-5 alunizó, recogió casi dos kilogramos de muestras de la superficie de nuestro satélite y las envió de vuelta a nuestro planeta. Sería interesante que otras misiones similares obtuvieran también muestras de los vidrios recién descubiertos, puesto que podrían aportar información sobre la dinámica y la cronología de los impactos que han tenido lugar en la Luna, afirman los investigadores de la misión Chang’e 4.