Bajo el cielo encapotado de Normandía, una región que registra al año 44 días de sol, Ségolène Royal, ministra de medio Ambiente de Francia, inauguraba la primera carretera solar del mundo.
Este acto revolucionó la tranquila vida de Tourouvre-au-Perche, un pueblo de apenas 3.400 habitantes, que se convertirá en un banco de pruebas de la «transición energética del país hacia las energías renovables», según Royal.
El proyecto de energía renovable cubre mil kilómetros de carretera y cuenta con 3 mil placas fotovoltaicas capaces de producir la energía suficiente para cubrir la iluminación de los espacios públicos de una ciudad de 5 mil habitantes.
El Instituto Nacional de la Energía Solar (INES), junto con su filial Bouygues, los promotores del proyecto, destacaron que el tipo de paneles solares utilizados están especialmente concebidos para soportar el peso de cualquier vehículo y garantizar la adherencia de los neumáticos para evitar accidentes.
Estos paneles cuentan con un diseño especial que le permitirá soportar la carga de más de 2.000 vehículos diariamente, incluidos los de carga.Los paneles solares han sido recubiertos con una resina fabricada de finas láminas de silicio, lo que hace que soporten el peso de los vehículos, pero a su vez no afecte se eficiencia al momento de captar la luz del sol.
La operación contó con una inversión de cinco millones de euros aportados por una subvención del Estado. Los promotores de esta innovadora carretera esperan poder abaratar su elevado costo, el cual ha sido su principal problema, a medida que aumente su producción.
Los expertos destacan que las instalaciones algo inclinadas son más eficientes a la hora de producir electricidad y cuestionan la capacidad que tendrá esta superficie para soportar el tráfico. También dudan sobre la idoneidad de Normandía como ubicación, con menos de 50 días de sol al año frente a las 144 jornadas de Marsella, que en 2017 instalará en su puerto una vía similar. Los responsables de Wattway aseguran que tienen otros cien proyectos en marcha, la mitad de ellos en Francia.