El Ejército de los EE. UU. Ha realizado un pedido por $39 millones de dolares para pequeños drones de reconocimiento, lo suficientemente pequeños como para caber en el bolsillo o la palma de un soldado.
Uno de los drones probados fue el PD-100 Black Hornet, un mini drone con una cámara para misiones de reconocimiento corto. El robot, del tamaño de la palma de la mano, y lo suficientemente silencioso para no ser escuchado en el aire, tiene cámaras orientables, pesa solo 18.25 gramos y se puede configurar de tres a cinco minutos.
Estos diminutos drones, cubren de forma encubierta y continua el campo de batalla en rangos de hasta 1.24 millas durante casi media hora, pueden enviar video en tiempo real y fotos de alta definición al operador.
La idea detrás de los drones fabricados por FLIR Systems, es que los soldados podrán enviarlos al cielo del campo de batalla para obtener una «ventaja letal» durante el combate, según Business Insider.
FLIR Systems entregara sus «Drones«, llamados Black Hornet Personal Reconnaissance Systems, según un comunicado de prensa que dice que el Ejército empezará a integrarlos a sus maniobras bélicas.
«Este contrato representa un hito significativo con el despliegue operacional a gran escala de nano-UAV en el Ejército más poderoso del mundo», dijo Jim Cannon, CEO de FLIR Systems, en el comunicado de prensa.
De acuerdo con FLIR Systems, estos sistemas nano no tripulados miden solo 6,6 pulgadas de largo y pesan solo 1,16 onzas, son lo suficientemente pequeños como para no ser visto.
Estos drones pueden proporcionar conciencia de la situación más allá de la capacidad visual de la línea de visión durante el día o la noche a una distancia de hasta 1.24 millas, cubriendo el suelo a una velocidad máxima de 20 pies por segundo.