Los astrónomos han detectado rayos X detrás de un agujero negro supermasivo
Con esto vemos que los hallazgos siguen llegando poco a poco, y la última noticia acaba de ser publicado en la revista Nature que corrobora una predicción realizada por Einstein. El legado de este descomunal científico sigue acrecentándose muchos años después de su fallecimiento, y posiblemente en el futuro otros descubrimientos apuntalarán aún más sus propuestas.
Los descubrimientos se siguen sumando poco a poco, y el último, que acaba de ser publicado en la revista Nature, corrobora una predicción realizada por Einstein. El legado de este descomunal científico sigue acrecentándose décadas después de su fallecimiento, y posiblemente en el futuro otros descubrimientos apuntalarán aún más sus propuestas.
El descubrimiento es que han conseguido detectar la radiación procedente de la región del espacio situada detrás del agujero negro supermasivo. Hasta ahora todo lo que había detrás de uno de estos objetos permanecía envuelto en la oscuridad más absoluta, pero la técnica utilizada por estos científicos describe, como predijo Einstein como una consecuencia natural de su Teoría General de la Relatividad de 1915, la forma en que los objetos supermasivos deforman el continuo espacio-tiempo a su alrededor.
Razones por las que este hallazgo es tan importante
El descubrimiento de Dan Wilkins y su equipo es más relevante por lo que implica y por lo que nos permitirá averiguar en el futuro que por la información que nos entrega actualmente. Los investigadores que han estado involucrados en el artículo de Nature aseguran que este descubrimiento les permitirá comprender mejor los mecanismos que explican la forma en que los objetos supermasivos, como los agujeros negros, curvan el espacio-tiempo a su alrededor.
Además, este hallazgo será crucial para entender de una forma más profunda el proceso de formación de las galaxias, y también cómo la materia cae hacia el interior de los agujeros negros y en qué fenómenos se ve involucrada. El estudio de Wilkins y su equipo ha sido posible gracias a los datos recogidos por los telescopios espaciales NuSTAR, administrado por la NASA, y XMM-Newton, operado por la Agencia Espacial Europea.
Ambos instrumentos de observación han sido diseñados para recoger información acerca de las fuentes de emisión de rayos X, cuya trayectoria, como predijo Einstein, se ve curvada por la deformación del espacio-tiempo alrededor de los agujeros negros. Esto es lo que el objeto supermasivo I Zwicky 1 hace con los rayos X que se reflejan en su disco de gas. Y lo que los científicos han identificado por primera vez.
No obstante, esto no es todo. Wilkins y sus colaboradores confían en que este nuevo conocimiento nos permita en el futuro tomar imágenes de más calidad de los agujeros negros, conocer mejor su geometría, y, lo que es si cabe más importante, entender mejor el rol de los agujeros negros supermasivos como núcleo de las galaxias y los procesos físicos extremos que tienen lugar en su proximidad.