La Apple Pippin, consola de salón de Apple que estuvo a la venta en los noventa y para ser preciso en 1995
La consola que hizo que Apple no entrara en la industria ni en treinta años
Los últimos 80 y casi todos los 90 fueron una etapa convulsa en Apple. Con Steve Jobs despedido de la empresa que él mismo fundó, quedó una Apple desnortada y raquítica, que acumulaba multitud de ordenadores casi idénticos entre ellos, con cada vez menos capacidad de diferenciación no solo entre ellos, sino ante lo que ofrecía el mercado. En 1995 lanzó casi 50 ordenadores distintos.
En esa época Apple también hizo más lanzamientos que nunca más allá de los ordenadores. Cámaras fotográficas, ordenadores incrustados en televisores de tubo, PDAs… y hasta una videoconsola. Fue la Apple Pippin, que además nació con la vocación de ser algo más que una videoconsola. Un miniordenador capaz de ejecutar algo más que juegos, una especie de anticipo de lo que llegó dos décadas después con la Xbox One.
Esta videoconsola se conectaba a los televisores y contaba con un procesador PowerPC de la época (66 MHz, 6 MB de memoria combinada), cuando Apple presumía de su potencia. Se diseñó y creó con la ayuda de Bandai, que buscaba ser una más en un mercado de consolas donde la cantidad de nuevos rivales no parecía tener fin. Fue lanzada en 1996 en Estados Unidos y Japón y costaba unos 465 euros (ajustando el precio de entonces a la inflación).
Los juegos se vendían en formato CD, y la calidad de los juegos era de 640×480 píxeles. Había partes propias de ordenadores, como ranuras para colocar componentes PCI o dos puertos serie. Y ojo, que contaba con su propio módem a 14.400 bps. Conectarse a internet no era un problema para la Pippin, y tampoco poder jugar con mandos inalámbricos que se conectaban vía infrarrojos. Su mando era muy curioso y no demasiado ergonómico con forma de boomerang.
La Pippin contaba con macOS 7.5.2 y podía usar teclado y ratón en sus juegos
A nivel de software, la Pippin contaba con una versión especial de macOS 7.5.2 orientada a juegos. Apple quería que la consola tuviera una orientación a ocio pero también hacia la educación, pero no consiguió tener el apoyo de las grandes desarrolladoras que se fueron hacia Sony y Nintendo. El catálogo de juegos de la Pippin llegó a sólo 30 títulos, algo muy pobre incluso para mediados de los noventa.
Otro punto que no le sentó nada bien a la Pippin es que la consola tenía su parte de ordenador (podía funcionar con teclado y ratón), lo que confundió a los usuarios que querían simplemente un dispositivo de juegos. Al final sólo duró un año en el mercado y vendió 42.000 unidades, uno de los fracasos más sonados de Apple.
¿Volveremos a ver algo así? ¿Una Pippin 2, quizás? El mercado de los videojuegos se ha convertido en algo lucrativo, así que nunca podemos decir nunca. Mientras tanto, si eres de los coleccionistas más apasionados de Apple, puedes hacerte con una Pippin en eBay con precios que rondan entre los 400 y los 700 euros.