Desde primaria se nos enseña que la superficie de nuestro planeta es 70% agua, sin embargo… ¿Por qué hay tantos problemas con el acceso a la misma? Pues, lo cierto es que, como bien explica Marta Carrión, en su artículo ¿Cuánta agua hay en el planeta?:
Solo 2,5% del agua que hay en la tierra, es dulce (35 millones de kilómetros cúbicos). De esa cantidad, solo el 0,007% del total está disponible para consumo humano, debido a que el 69,7% del agua dulce está congelada en los polos o en los glaciares, el 30% está enterrada bajo la superficie en acuíferos y el 0,3% en los ríos y los lagos.
Viéndolo así, el panorama es desesperanzador, pues la contaminación no para de aumentar. Incluso han habido artículos acerca de un futuro en el que haya guerras por el acceso a este recurso, por cosas como que ya haya empezado a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street.
Sin embargo, como dice el dicho, «la necesidad es la madre de la invención», Kumulus-1 es otra de las tantas pruebas que avalan ese proverbio popular.
¿Qué es exactamente Kumulus-1?
En la página oficial del equipo de Kumulus, es definida como: Generador atmosférico de agua que produce de 20 a 30 litros de agua potable al día. La máquina cabe en un espacio de un metro cúbico y puede equiparse con un paquete de energía solar, lo que la hace totalmente autónoma e independiente. El Kumulus-1 es una máquina inteligente, que ofrece opciones de control móvil a través del panel de control y aplicación, así como funcionalidades que garantizan el suministro de agua de forma sostenible y económica.

Su funcionamiento se basa en replicar el fenómeno del «rocío de la mañana». Atrapando la humedad del aire y condensándola, de modo que, la transforma en agua. En la parte superior, un filtro de limpieza, se encarga de los contaminantes del aire para asegurar que se produzca agua potable.
Kumulus-1: Otra ofensiva contra el plástico
Para nadie es un secreto la problemática que existe en el planeta respecto al tema de los plásticos, siendo que incluso ya existe toda una «isla de basura», formada principalmente de este material, como bien lo detalla el equipo de IBERDROLA.

Afortunadamente está creciendo el número de empresas comprometidas a contribuir a dar soluciones a este tipo de problemáticas. Como el equipo de Kumulu, que trata de darle a dos pájaros de un tiro, pues no solo aporta acceso al agua potable en zonas vulnerables, sino que también busca reducir el consumo de agua embotellada:
En su apartado de preguntas frecuentes comentan lo siguiente: «Creemos que el agua es un recurso muy sensible que debe ser gestionado con cuidado y por expertos. De ahí que vendamos la máquina con un paquete de mantenimiento de al menos 5 años, por lo que nuestros precios dependerán del país y de la ubicación del emplazamiento, pero, en general, nuestra agua será entre un 20 y un 30% más barata que el agua mineral embotellada (cálculo que incluye los costes de adquisición y mantenimiento de la máquina y la electricidad (o el Pack Energético)».
¿Serán suficientes estos aportes a la creciente problemática respecto al agua? ¿Realmente habrán guerras en un futuro por acceder a ella? ¿Es genuinamente efectivo orientar las soluciones a la población de a pie, cuando la problemática viene principalmente de mano de grandes empresas? Estas son algunas preguntas que quedan sobre la mesa; lo cierto es que no se ven muy atractivas unas vacaciones en una isla de basura.