Un juez federal de los Estados Unidos acaba de dictaminar que Citibank no tiene ningún derecho a la devolución de 500 millones de dólares transferidos por error. Dicho error que tiene su origen en el mal diseño de la interfaz de usuario de un software bancario.
Todo inicia el 11 de agosto de 2020. Citibank gestionaba el pago de intereses por parte de la compañía de cosméticos Revlon a sus acreedores, y ese día, el 11, Citibank realizaría la transferencia de un pago por un total de 7,8 millones de dólares.
Revlon refinanciaba una deuda con sus acreedores, pagaría a algunos de sus acreedores mientras convertía el resto de su deuda en un nuevo préstamo. Un subcontratista hindú llamado Arokia Raj era el encargado de llevar a cabo la transacción.
Ahí es donde surge el problema para la institución bancaria, la falta de diseño y lo confuso de la misma del software bancario Flexcube llevó a que Raj cometiera un gran error.
«Pulse aceptar si está todo correcto»
Raj pensó que bastaba con ingresar un número de cuenta de compensación de Citibank al lado de la etiqueta ‘Principal’ y marcar a pertinente casilla de verificación. Pero, la transacción que estaba realizando requería marcar también los campos ‘Fund’ y ‘Front’.
Muchos pensaríamos que es un error de novato, algo que una persona conocedora de temas bancario detectaría sin problema. Sin embargo, las transacciones por estas cantidades no dependen solo de la aprobación de una sola persona, un colega de Raj, así como un alto directivo de Citibank revisaron el trabajo de Raj y le dieron su visto bueno.
Ellos también pensaron que todo estaba correcto. El problema llegó al día siguiente: Raj comprobó que había enviado casi 900 millones de dólares, y no los 7.8 que pretendia enviar. Una diferencia, sin duda, bastante notable. Citibank no había pagado los intereses de los préstamos de Revlon, sino los préstamos al completo.
Rápidamente, Citibank se puso en contacto con los acreedores, notificándoles que el pago había sido un error, y logró la devolución de aproximadamente 400 millones de dólares.
El segundo problema viene cuando algunos acreedores no estaban en buenos términos ni con Revlon ni con Citibank, y no tenían interés ni en devolver el dinero, ni en negociar un nuevo préstamo. Y eso le iba a generar problemas económicos importantes a Revlon.
Normalmente, cualquier transferencia bancaria errónea es legalmente reembolsable… pero bajo la ley de Nueva York (la que impera en este caso), existe una excepción explícita cuando dicha transferencia se realiza entre deudor y acreedor. De hecho, un juez fallo a favor de los acreedores.
Uno de los argumentos enarbolados en la sentencia es que era razonable que los acreedores asumieran que un banco tan relevante como Citibank no enviaría una cantidad tan grande de dinero por accidente. Pero parece que ni el mayor de los bancos está a salvo de los contratiempos de un mal diseño de interfaz gráfica.