TerraVision es una representación virtual en red de la tierra basada en imágenes de satélite, tomas aéreas, datos de altitud y datos arquitectónicos. Sirve como un entorno para organizar y acceder a la información espacialmente. Los usuarios pueden navegar sin problemas desde vistas generales de la tierra hasta objetos detallados en calles y edificios. Además de la representación fotorrealista de la tierra, se integran todo tipo de información-datos espaciales. Incluso se ofrecen tomas aéreas históricas en el sistema. Esto permite a los usuarios navegar no solo espacialmente sino también a través del tiempo. Todos los datos se distribuyen y se conectan en red y se transmiten al sistema de acuerdo con las necesidades del usuario.
TerraVision fue el primer sistema en proporcionar una navegación y visualización fluidas en un entorno de datos espaciales enormemente grande y Google Earth es una precuela de Terravisión.
Para navegar por estos datos, se diseñaron tres componentes centrales: una gran esfera que hace referencia al globo para pilotar el planeta; un ratón 3D para volar; y una pantalla táctil para interactuar con objetos en la tierra virtual.

TerraVision es un ejemplo temprano de un proyecto colaborativo cuyos usuarios contribuyeron colectivamente a completar una imagen más grande, en este caso, la de toda la tierra.
Hubo una época en la que Google no dominaba el mundo. Antes de consolidar su dominio sobre el mercado digital, cimentado en la estrategia de ‘copiar, adquirir y matar’ a la competencia, el gigante de Silicon Valley fue una empresa emergente en un mundo en el que internet empezaba a divisar su potencia. El futuro estaba aún por escribir y en esa carrera entre visionarios también se produjeron todo tipos de abusos.
Fue entonces, en 1993, cuando la desconocida compañía alemana ART+COM desarrolló TerraVision, un proyecto pionero que permitió, por primera vez, reproducir virtualmente el mundo a través de imágenes de satélites y datos arquitectónicos, situando al usuario en una experiencia inmersiva para poder visitar cualquier rincón del planeta. ¿te suena? Ocho años más tarde, en 2001, Google lanzó Google Earth, programa informático que replicaba esa misma idea.
En 2014, los artistas e informáticos alemanes detrás de ART+COM se atrevieron a llevar a la todopoderosa Google a los tribunales, acusándola de haber violado la patente del algoritmo en el que se basaba TerraVision y de copiar ese sistema para lanzar Google Earth. Ahora, esa batalla legal inspira ‘The billion dollar code’, ya disponible en Netflix.
Historia de un fracaso
Sin embargo, ‘The billion dollar code’ no es la historia de un éxito, sino que opta por “la perspectiva de los perdedores”. Google y su ejército de abogados encorbatados vencieron el pleito al considerar el jurado popular que ART+COM no había demostrado la violación de patente. En octubre de 2017, el Tribunal de Apelación del Circuito Federal de EEUU confirmó la invalidación de la patente que la empresa alemana emitió en 2013 para reclamar 100 millones de dólares a Google por infracciones.
A pesar de su envergadura, tanto TerraVision como su proceso judicial contra Google son grandes desconocidos para la mayoría de la población. El gran mérito de la serie reside en acercar un tema tan complejo y etéreo como es un algoritmo al gran público. Y hacerlo sin renunciar a los tecnicismos que nos permiten conocer mejor la documentada actitud depredadora de Google para robar patentes, marcas comerciales, derechos de autor e información privada.