¿Qué es lo que experimenta una red neuronal cuando sus neuronas empiezan a “morir” una a una? Son cuestiones que quizá nunca nos la hayamos planteado, pero una usuaria anónima conocida como “AI told me” (‘La IA me lo dijo’) no precisamente se lo planteo, sino que se animado a hacer el experimento y a colgar el resultado en su web sobre ‘arte generativo’ y neurovisualización.
AI told me.
AI told me, creó una cara generada algorítmicamente y luego hizo que la red olvidara lentamente cómo era su propia cara.
Bajo el título de “I will not forget”, esta artista digital muestra en su web una imagen, un poema y el vídeo que nos ocupa, “What I saw before the darkness” (‘Lo que vi antes de la oscuridad’).
I will not forget.
Memories disappear unwitnessed.
Images gradually fade away
Until one day there is nothing left
But a vague feeling of loss…
Memories are stored in neurons and connection among them.
The world is perceived through networks of neurons
and connections among them.
Is there a world
except for the one in the neurons?
What happens to the world
When I lose neural cells?
She is an image created by
An artificial mind.
Then
One by one
neurons in the mind
are being turned off…
She stays the same.
The world outside stays the same.
El resultado, de este video-arte, es una espeluznante vista del interior de la mente de una IA mientras sus neuronas artificiales se apagan, una por una, al estilo HAL 9000.
Generative Adversarial Networks, GAN.
La cara en la mente de la red neuronal no existe en la vida real. esta estaba compuesto por de redes de confrontación generativas, (generative adversarial networks) o GAN, un tipo de programa de aprendizaje automático que “aprende” de las fotos existentes para producir cosas nuevas. En este caso, la GAN entrenó con millones de fotografías para producir un rostro humano realista. Las neuronas interconectadas de la red dictan sus características: ojos, color de piel, formas, mechones de cabello, de manera similar a cómo un cerebro humano usa una red de neuronas para construir una imagen mental de un rostro.
Progresivamente se van apagando una a una dichas neuronas y paralelamente vamos comprobando cómo se traduce su pérdida sobre el aspecto del rostro artificial. El resultado es sencillamente inquietante.
la IA apaga gradualmente las neuronas individuales, repitiendo el proceso hasta que la red efectivamente “olvida” cómo se ve una cara.
El efecto es bastante espeluznante. Al principio, parece que la cara generada está envejeciendo. Aparecen líneas debajo de los ojos y alrededor de los bordes de su cara, y su cabello se adelgaza y se desvanece. Después de unos segundos, comienza algo completamente diferente. Su piel adquiere un tono verdoso y sus rasgos comienzan a desaparecer a medida que las neuronas continúan oscureciéndose. En sesenta segundos, está completamente descompuesta, nada más que una mancha blanca y marrón.
¿Por qué este experimento?
La autora del vídeo explica que
“Todo lo que vemos es una interpretación que el cerebro hace del mundo que le rodea. Una persona no tiene acceso a la realidad exterior más que a través de esta imagen construida”.
Ella ve un paralelismo entre la red neuronal que creó y el deterioro, a veces imperceptible, que sufren nuestro cerebro, nuestros ojos y el sistema nervioso que los conecta.
“A los neurocientíficos nos dicen que las redes neuronales profundas son similares al sistema visual en ciertos aspectos, por lo que este proyecto para mí es una oportunidad única para ver el mundo cambiando en la mente de alguien, aunque de manera artificial”.
