El mundo entero quedó desconcertado con los videos virales de la gigantesca explosión registrada en Beirut, la capital, los heridos se cuentan por miles y hay cientos de fallecidos en este incidente que en su momento despertó bastantes dudas sobre su origen.
Nitrato de amonio y mucha negligencia: los culpables de todo.
Según las últimas revelaciones en torno a la explosión se revela que se encontraron dos sustancias principalmente en la zona del desastre: nitrato de sodio en pocas proporciones y bastante, pero bastante nitrato de amonio.
Beirut funciona como un puerto, y las autoridades de esta zona confiscan cotidianamente mercancías que pueden representar un peligro para sus ciudadanos.
Según relata el director de seguridad, del puerto, Abbas Ibrahim, hace un año habían confiscado un cargamento con nitrato de sodio.
Mismo que se habría sumado a 2.750 toneladas de nitrato de amonio, que se tenían igual almacenados por más seis años en una bodega del puerto.
No se sabe con certeza cómo inició la explosión, ni queda completamente claro a quien pertenecía el cargamento culpable. Ni si el amonio era resguardado por gobierno o alguna empresa privada. A final de cuentas tenía ahí años.
Pero con estas sustancias ahí guardadas y sin medidas de seguridad pertinentes era una bomba de tiempo.
Qué es nitrato de amonio
El nitrato de amonio o nitrato amónico, cuya fórmula es NaNO3, es una sal blanca inolora muy inflamable, formada por iones de nitrato y amonio que se usa principalmente como fertilizante., gracias a que cuenta con altísimos niveles de nitrógeno.
Los agricultores suelen comprarlos en grandes costales, como si fuera concreto. Pero este oxidante si se combina con algún combustible o calor extremo puede convertirse en algo mortal que libera grandes cantidades de energía.
El nitrato de sodio es además un subproducto de la fabricación de nitrogliccerina (TNT), presente en el “agua roja” resultante de la purificación del explosivo.
Uno de sus principales usos actuales es como fertilizante y como conservante de alimentos (conocido como E251), especialmente embutidos. Con respecto a este último punto existe un debate acerca del posible perjuicio para la salud que podría generar el consumo de nitrato de sodio, vinculado en ciertos tipos de cáncer.
La gran columna de humo de color rojizo y púrpura delata que la explosión fue producto del nitrato de amonio y la gran cantidad de esta químico fue lo que produjo la demoledora reacción.
Las imágenes hablan por sí solas. Los alrededores del puerto quedaron devastados y hay fragmentos de vidrio por toda la ciudad. Pero la comparación con Hiroshima y Nagasaki fue desafortunada porque dio alas a los que especulaban que una bomba atómica había causado la explosión.
Esta hipótesis ganó fuerza después de que los primeros vídeos compartidos en redes sociales revelaran que una nube similar a la de los ensayos nucleares había aparecido de forma efímera sobre el puerto en el momento de la segunda explosión.
Como explica el físico teórico Jorge Díaz, la esfera que se expande rápidamente tras la explosión es una nube de Wilson, una nube de condensación que puede observarse tanto al detonar un arma nuclear como en una gran explosión química, siempre que el aire esté lo suficientemente húmedo. Es la onda de choque de la explosión la que hace que el vapor de agua contenido en el aire se condense, formando una nube visible de microscópicas gotas de agua (que luego se evaporan por efecto térmico de la propia explosión).
En cuanto al anillo y la nube con forma de hongo que vemos justo después, tampoco son fenómenos exclusivos de las explosiones nucleares. Se producen cuando de la nada aparece una gran masa de gases de baja densidad a escasa altura, por ejemplo en erupciones volcánicas. “El gas menos denso se eleva formando una columna o ‘tallo’ y el espacio que deja es ocupado por gases más densos, empujando todavía más a los gases menos densos”, explica Díaz. “Esto se conoce como inestabilidad de Rayleigh-Taylor: al subir, los gases se enfrían y expanden, formando la cabeza del hongo”.