Mia, la primer biutre bionica quebrantahuesos en el mundo que ha podido volver a aterrizar y andar gracias a «un rollito de sushi».
Esto llevo a una inevitable amputación del miembro, y una gran reducción de posibilidades de supervivencia y su regreso a la libertad. A partir de esto nació la idea de crear un prótesis, teniendo en cuenta distintos aspectos que Mia necesita realizar, como lo son los veloces vuelos, el peso y el impacto al momento de aterrizar que los quebrantahuesos suelen realizar de manera cotidiana y lo que una prótesis no posee la capacidad de resistir.
De esto se pensó en un método que aún no se lleva a cabo en animales: la osteointegracion, lo cual consiste en que la prótesis sea parte del animal, ósea, que se integre como un hueso. El equipo del cirujano especializado en la construcción de prótesis humanas Dr. Oskar Aszmann acudió al equipo de veterinarios a cargo de Mia y los veterinario de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena dirigidos por Sarah Hochgeschurz, se dedicaron a operar a Mia.
La idea es anclar internamente la prótesis al hueso de Mia, para que así, esta pueda osificarse sobre esta misma. Una vez que se logre la integración de la prótesis en el hueso de Mia se harán pruebas para ver si Mia logra andar, y verificar que la prótesis quede lo suficientemente fijada en el hueso.
La prótesis está fabricada de titanio y unas cuantas capas de goma que cubren a este mismo que de cierta manera logra parecerse a “un rollito de sushi”. Esta solución logra absorber el impacto de los aterrizajes y reduce los riesgos de engancharse en ramas y lastimarse otra vez.
Seis semanas después de la operación la prótesis quedo fijada y Mia logro sostenerse, andar y aterrizar una vez más. Mia proviene de una especie que se encuentra casi amenazado, ya que han desaparecido en muchas regiones de Europa, con esta prótesis se ha logrado prolongar la vida de Mia mejorando así su calidad de vida.