Lo más lejos que ha llegado el ser humano con una de sus creaciones es mediante las sondas gemelas Voyager 1 y Voyager 2. Las dos sondas enviadas al espacio lejano ya salieron del Sistema Solar y sin duda estos han sido uno de los grandes hitos de la humanidad. Voyager 2, a 44 años de su lanzamiento sigue en la batalla. En estos últimos días la NASA se ha vuelto a poner en contacto con ella para seguir dándole órdenes de qué hacer allá donde se encuentra, en el espacio interestelar.
La NASA anuncio en marzo del año pasado que suspendería su comunicación con la sonda durante 11 meses por lo menos. La NASA confiaban en que su tecnología de hace cuatro décadas le permitiese sobrevivir por si misma y en modo automático durante todo ese tiempo y lo ha hecho.
Una única antena capaz de hablarle a Voyager 2
Pero, ¿por qué no se han comunicado con ella? Porque no había antena para hacerlo. Por el viaje que emprendió la Voyager 2, sólo es posible comunicarse desde un punto del planeta con ella, en Australia. La única antena disponible y capaz de hacerlo ahí es la DSS 43, se trata de una de las antenas de la infraestructura Deep Space Network (DSN). DSN es una red con tres estaciones ubicadas en Estados Unidos, Australia y España. No son ubicaciones aleatorias, sino específicamente escogidas para cubrir los 360 grados del espacio desde la tierra.
La DSS 43 sin embargo necesitaba una serie de reparaciones y mejoras. Así mismo, aprovecharon la interrupción de las comunicaciones para utilizarla en otras misiones donde era de utilidad, concretamente en las misiones a Marte que estamos viviendo estas últimas semanas.
Ahora que todo esto ha terminado, la NASA decidió volver a sincronizar la antena DSS 43 con la sonda Voyager 2. Es así como se recupera su comunicación con la sonda, una comunicación que requiere de 17 horas y 35 minutos para enviar un mensaje y de otras 17 horas y 35 minutos para recibir una respuesta de vuelta. ¿Por qué? Porque la sonda está tan lejos (más de 18 mil millones de kilómetros) que simplemente los mensajes no pueden viajar más rápido.
Todo hay que decirlo, durante este tiempo la NASA sí que ha recibido información de la sonda mediante el uso de las otras antenas de la estación de Australia. No obstante no podía enviar mensajes de vuelta debido a que no tenía una antena lo suficientemente potente para hacerlo. Así mismo, el pasado mes de octubre tuvieron una mínima comunicación sólo para decirle a la Voyager 2 que «todo está bien» y que no entre en un modo de hibernación eterno.
Fuente: NYT