La tecnología es una invención del hombre para ayudar al hombre. Es notorio el impacto que los avances tecnológicos han tenido en el mundo, y el siglo XXI parece ser la puerta de entrada a una vorágine de transformaciones científicas y tecnológicas que llevaran las relaciones entre las máquinas y los seres humanos a otro nivel. Parece claro que el ámbito de la tecnología específicamente la informática tendrá un papel fundamental en ese futuro y está en nuestra mano aportar el conocimiento y el trabajo necesario para ayudar a construir lazos entre los más avanzados proyectos de investigación académicos y el aprovechamiento de la informática para el uso cotidiano.
Blaauw y su colega Dennis Sylvester, becarios de IEEE y científicos de computación de la Universidad de Michigan, estuvieron en San Francisco en la Conferencia Internacional de Circuitos de Estado Sólido (ISSCC) de la IEEE para presentar 10 artículos relacionados con estas computadoras “micromotes” donde por varios años han presentado variaciones de estos dispositivos minúsculos.
Su objetivo más amplio es hacer sensores más inteligentes y más pequeños para los dispositivos médicos y la Internet de las Cosas que puedan hacer más con menos energía.
Hace dos años conocimos el Michigan Micro Mote (M^3), un dispositivo con un tamaño de 1 milímetro cúbico equipado con todos los elementos de una computadora: entrada, procesamiento, almacenamiento y salida de datos. Ahora, sus creadores, David Blaauw y Dennis Sylvester, nos han mostrado una nueva versión de su ordenador a escala milimétrica.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan ha presentado nuevas versiones de su micromote, el ordenador más pequeño del mundo que ahora incorpora inteligencia artificial.
Muchos de los componentes de este tipo de aparatos se encuentran en alerta en todo momento y tienen que transferir datos a la nube de manera constante, debido a que no tienen la capacidad de procesar la información por sí mismos.
Según los pronósticos, en el año 2035 habrá un billón de estos pequeños dispositivos conectados a Internet, y Blaauw asegura que un número tan grande de aparatos efectuando lecturas constantemente supondría un volumen de datos inabarcable. De ahí la importancia del desarrollo de los microordenadores capaces de llevar a cabo las tareas de computación, que ayudarán a mejorar la seguridad a la vez que se ahorra energía.
En su demostración, Blaauw y Sylvester explicaron que los diez nuevos diseños del micromote son más eficientes energéticamente que las versiones previas y además integran una memoria flash mayor, lo que ha permitido incorporar hardware para el funcionamiento de redes neuronales y algoritmos de aprendizaje profundo. Y todo ello sin necesidad de incrementar el tamaño del microordenador, que sigue siendo el mismo que el modelo que conocimos en 2015.
A este ritmo creo que no es posible imaginar que nos presentaran estos investigadores para el año 2019, de seguro nos dejaran boquiabierta, pero no queda más que esperar.