La expresión “Inteligencia Artificial” ha tomado mucho auge en las redes sociales, lo que comenzó como una protesta multitudinaria por parte de los artistas preocupados por perder su fuente principal de ingreso ahora se ha expandido a los salones de clase pues escribir notas en la mano o sentarse al lado del más inteligente de la clase ya no son los únicos métodos para hacer trampa.
Ha sido tal el impacto de ChatGPT que en New York se ha prohibido su uso en escuelas públicas, tanto por estudiantes como maestros según informa CNN. Sin embargo, esta no ha sido la única vez que herramientas como esta rompen la rutina en aulas de clase pues múltiples universidades australianas también han tenido que tomar medidas similares ante el abuso de las mismas.
En concreto se han visto forzados a cambiar sus métodos de evaluación según comenta The Guardian en su artículo “Australian universities to return to ‘pen and paper’ exams after students caught using AI to write essays”. Quién diría que los anticuados exámenes de papel y lápiz que tanto fueron criticados, han tenido que volver a muchas facultades ante la difícil tarea de distinguir el texto de una IA en contraste al de un estudiante.
Pero no solo los estudiantes han sacado provecho de estas herramientas que tantas veces han protagonizado hilos que nos recuerdan películas como “Terminator” o “Yo robot” a modo de presagio del fin de nuestra especie. También los profesores han ahorrado varias horas apoyándose de las IA’s.
Como ejemplo tenemos a Ashok Goel, empleado de la facultad de Georgia Tech, con más de 400 estudiantes en línea y probablemente unas 10.000 preguntas por semestre. Él comentaba que enloquecían tratando de responder a todas, además de que lidiaba con la preocupación de que los estudiantes del curso perdiesen el interés por terminarlo.
Goel aprovechó su experticia en el tema y se puso manos a la obra; es cuando nace “Jill Watson”, esta IA tan exitosa que llego a recibir una invitación a cenar (una vez se reveló su identidad), se encargaría de asistir a Goel en su intensa labor de educación. Watson trato las preguntas rutinarias, aquellas con respuestas objetivas, dejando lo más complejo para que interviniese la mano humana. Esta noticia se dio a conocer por el equipo de Insider.
Definitivamente la inteligencia artificial ha venido para marcar un antes y un después, los debates éticos no son poco frecuentes en las redes, unos lo consideran el principio de un gran aumento en la tasa de desempleo por la masiva automatización y otros agradecen ante las horas ahorradas de trabajo monótono. Lo cierto es que ante todo el avance en esta modernidad tan “líquida” nos vemos obligados a mantenernos en constante aprendizaje.