Es usual que cuando viajas y andas fuera del hotel, ya sea en el aeropuerto o alguna terminal de autobuses, tengas que usar los quioscos de carga de smartphons que en los últimos años se han multiplicado en aeropuertos, autobuses, tiendas o incluso dentro del metro.
Sin embargo, estos puntos de carga USB son un punto muy vulnerable para tu seguridad y, por tanto, pueden poner en peligro tu privacidad personal.
Existen unos bloqueadores de datos USB, popularmente conocidos como «condones USB», que permiten cargar los dispositivos electrónicos bloqueando el intercambio de datos para minimizar los riesgos.
No usar condón puede ser muy embarazoso.
Un punto de carga libre puede parecer un oasis para cualquier persona con la batería del smartphone en las últimas, pero quizás no merezca la pena arriesgarse: en juego está tu privacidad.
Estos puertos USB pueden contener software malicioso. Si consigue acceder a tu smartphone acabarás facilitando el acceso a información sensible como datos bancarios, personales, o incluso sistemas más avanzados pueden llegar a bloquear tu teléfono para que quede inservible.
Por suerte existe una solución: los condones USB.
La particularidad de estos dispositivos es que permiten la alimentación energética para cargar el smartphone, pero suprimen todo tipo de intercambio de datos, minimizando así los riesgos de seguridad.
Lo mejor es que los condones USB tienen un precio bastante asequible —unos 10 dolares—, son pequeños y se pueden trasladar de un sitio a otro sin problemas.
Luke Sisak, asistente de la Fiscalía del Condado de Los Ángeles en Estados Unidos, alabó sus bondades: «protegen contra los peligros del llamado juice jacking, una especie de ataque cibernético que consiste en que los criminales instalan un programa malicioso en los puertos de carga de las estaciones que infectan teléfonos y otros dispositivos de usuarios desprevenidos».
«Conectarse a un puerto USB público es como encontrar un cepillo de dientes en la coladera y metérselo en la boca», explicó en una entrevista con Forbes Caleb Barlow, vicepresidente del área de ciberseguridad X-Force en IBM. «No tienes idea de dónde ha estado eso. Y recuerda que ese puerto USB puede transmitir datos».