Muchas han sido las teorías de la conspiración que ponían en duda la llegada del hombre a la luna, y ahora surgen las que tratan de hacer lo mismo con los logros que ha alcanzado SpaceX con sus Falcon 9.
Las dudas han surgido sobre todo en la capacidad de los cohetes reutilizables que vuelven a tierra: varias veces ha ocurrido que el vídeo se ha cortado justo cuando iban a aterrizar, algo que para muchos genera suspicacia. Los expertos ya han explicado por qué se producen esos cortes, algo que parece desmontar esas teorías conspiratorias.
¿Dónde está mi cohete?
El pasado 1 de junio presenciamos muchos de nosotros un logro muy especial: una empresa privada norteamericana ponía por primera al hombre en el espacio, y tras el lanzamiento muchos asistían a ese singular momento álgido del proceso: el retorno de los cohetes Falcon 9 a nuestro planeta. Ese retorno exitoso de cohetes como el Falcon Heavy (en este vídeo, de un Arabsat-6A) en enero de 2019.
En el vídeo que SpaceX y la NASA transmitieron todo parecía ir a la perfección, pero momentos antes de que se produjese el aterrizaje en los «barcos drones» con la plataforma de aterrizaje, la imagen se cortó. En pantalla aparecía un mensaje que informaba de la pérdida de señal de la plataforma, llamada «Of course I still love you». Algunos segundos después la señal volvía con el
Falcon 9 ya posado sobre esa plataforma.
En canales como YouTube de SpaceX como en Twitter surgían los mensajes sobre lo extraño de la situación, que algunos calificaron de un engaño. No es la primera vez que ocurre, y en ocasiones eso había supuesto que poco después sabíamos que el cohete no había aterrizado.
Los aterrizajes de los Falcon 9 tardaron en salir a la perfección, aunque hubo éxitos durante esas pruebas para lograr su soñada reutilización.
Un corte de señal razonable
Eso hace que algunos sospechen de si realmente los Falcon 9 aterrizan en esa plataforma o es todo un montaje. Sin embargo, ese corte de emisión tiene una explicación, como lo señala el canal Primal Space.
Allí uno de sus vídeos explicativos precisamente analizaba cómo se producen esas emisiones. Los barcos con esas plataformas de aterrizaje cuentan con un equipo que permite transmitir la señal de vídeo que se va capturando a través de una conexión satelital.
Esa conexión es unidireccional, lo que provoca que cuando el cohete Falcon 9 sus reactores provocan una vibración de la señal hace que la plataforma se vuelva inestable. Al final esa señal se corta, para luego retornar a los pocos segundos cuando todo se estabiliza.
La solución es aparentemente sencilla: SpaceX podría tener un segundo barco conectado al primero que se dedicase precisamente a enviar las señales de vídeo y no se viera así afectado por las vibraciones del Falcon 9 al aterrizar.
De momento la empresa no ha tomado ese camino, y lo que suele hacer es publicar el vídeo del aterrizaje del Falcon 9 días después de que este se produzca.
De momento no lo ha hecho con este reciente lanzamiento, aunque la actividad de SpaceX es frenética: apenas tres días después del lanzamiento de los dos astronautas se lanzaba otra misión espacial gracias a un Falcon 9 que por primera vez lograba cinco reutilizaciones.
La idea de Musk es lograr fiabilidad total en esos aterrizajes para acabar usando plataformas en tierra y no en el mar. Hacerlo de esta forma permite evitar accidentes de mayor repercusión, pero el objetivo es acabar haciendo que los Falcon 9 acaben aterrizando cerca de los lugares de lanzamiento.
Una curiosidad: ¿por qué la plataforma se llama «Of course I still love you?». Aquí Elon Musk decidió hacerle un homenaje al autor de ciencia ficción Iain M. Banks. Tanto ese barco-plataforma como el primero que se utilizó, llamado ‘Just Read The Instructions’, eran nombres de grandes naves espaciales de la novela ‘El jugador’ (‘The Player of Games’) que Banks publicó en 1988.
Fuente: Primal Space, Xataka