El emprendedor Elon Musk tiene un mensaje para los jóvenes obsesionados con el grado y las empresas desesperadas por contratarlos: ya relájate.
Cuando se le preguntó en una entrevista de 2014 sobre qué títulos universitarios busca en un currículum, Musk explicó que, aunque los certificados pueden ser una buena señal de las habilidades de alguien, no son un requisito previo para lograr cosas increíbles (o ser contratado por Musk).
El hecho de que la grandeza y los títulos dorados no siempre van de la mano parece difícil de discutir, esto dado a que algunos de los nombres más conocidos en la tecnología, desde Bill Gates hasta Larry Ellison y Steve Jobs, no se graduaron.
Y eso no solo es cierto cuando se habla de genios revolucionarios. Un análisis reciente de las ofertas de trabajo descubrió que, para ahorrarse la molestia de examinar currículums, las empresas exigen cada vez más títulos para puestos cuyos ocupantes actuales se desempeñan perfectamente bien sin ellos. Este grado de inflación significa que las empresas terminan pagando un 30 por ciento más por el talento del que necesitan.
¿Cómo prosperar sin título?
La conclusión para contratar gerentes es bastante simple: sí, usar grados como abreviatura para la habilidad es un ahorro de tiempo, pero también es costoso. Terminarás pagando más por tu gente de lo que necesitas y también perderás un talento excepcional.
La actitud despectiva de Musk hacia los elogios académicos también debería servir como un recordatorio para los jóvenes, pues si pones toda tu energía en las calificaciones y los diplomas, es casi seguro que no te centres lo suficiente en lo que realmente importa, como las habilidades y la capacidad de continuar actualizándolas a lo largo de tu carrera.
Naval Ravikant, cofundador de AngelList, ofreció tres consejos a quienes comienzan:
- Qué estudiar y cómo estudiarlo es más importante que dónde estudiarlo y por cuánto tiempo.
- Los mejores maestros están en internet. Los mejores libros están en internet. Los mejores compañeros están en internet.
- Las herramientas para aprender son abundantes. Es el deseo de aprender lo que escasea.
Así que, sí es muy bueno tener títulos, pero ese costoso trozo de papel no es el todo y el final.
El verdadero premio en la vida no son las letras después de su nombre, es la capacidad de lograr cosas increíbles.
No se requiere escuela para eso, es la pasión.