Hoy hablar de robots nos lleva a pensar en inteligencia artificial e innovación tecnológica.
Pero la palabra robot no fue inventada por un experto tecnológico.
El término -que se dice igual en español y en inglés- viene de la palabra checa robota, que significa trabajo pesado.

El primero que la utilizó para describir máquinas fue el escritor checo Karel Capek (1890-1938), que en sus relatos fantásticos llamó así a unos autómatas que trabajaban como obreros.

En su obra de teatro Rossums Universal Robots (RUR). El protagonista, Harry Domin, crea una empresa en una isla perdida en medio del océano dedicada a la fabricación de criaturas mecánicas a imagen y semejanza de los seres humanos para utilizarlas como mano de obra barata. La aventura empresarial marcha a la perfección hasta que el doctor Gall, jefe de Departamento de Psicología de Robots Universales Rossum, les confiere alma. A partir de este momento, los androides se rebelan contra sus creadores y declaran la guerra a la humanidad.
En realidad, el crédito es para su hermano Josef Čapek, quien la inventó. Karel solo la empleo en su obra.
La palabra robot fue utilizada en el imperio austro-húngaro para referirse a los esclavos y la servidumbre.
En homenaje a su invención, los fanáticos de Capek dejan pequeños robots de juguete en su tumba en Praga cada 25 de diciembre, la fecha de su muerte.