Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) indican que dentro de las carreras STEM (carreras relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), las áreas educativas más dominadas por los hombres son las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) y las ingenierías, ya que la matriculación de mujeres es de 27% y 28% respectivamente. De hecho, se estima que, al ritmo actual, no se logrará alcanzar la paridad de género en STEM antes del año 2100.
Además, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para 2050, el 75% de los trabajos estará relacionado con las áreas STEM. Sin embargo, hoy las mujeres ocupan apenas el 22% de los puestos en inteligencia artificial.
En todo el mundo se observa esa tendencia, los hombres se matriculan en carreras relacionadas con ingeniería, manufactura, construcción, tecnologías y ciencias de la comunicación; mientras que las mujeres eligen carreras como educación, artes, salud, bienestar, ciencias sociales, periodismo, negocios y leyes.
“Menos del 50% de las mujeres en edad laboral tienen un trabajo y las que laboran ganan el 13% menos que sus pares hombres; solo 8% de los CEO’s de las empresas mexicanas son mujeres y únicamente 4% de las empresas fintech en el mundo están lideradas por una mujer. Eso es un gran reto porque existe una correlación entre la inclusión laboral y financiera”, señala Mariana Franza, chief operating officer de Ualá.
Existen sesgos culturales que favorecen este escenario, por ejemplo, pensar que el hombre debe ser el encargado de llevar las finanzas, pagar los impuestos y tomar las decisiones de inversión, lo cual no necesariamente debe ser así.
Compartir decisiones y responsabilidades financieras con el hombre es un acto de amor
En muchas culturas todavía prevalece la creencia de que el hombre de familia es el único capacitado para tomar este tipo de elecciones y compromisos, sin embargo, dejar todo en sus manos coloca a las mujeres en una situación de vulnerabilidad.
“A menudo cuando llega el divorcio o la viudez, las mujeres se encuentran con el hecho de tener que salir a trabajar, no saber nada sobre el pago de impuestos y otras obligaciones financieras. Es vital para la mujer como individuo saber moverse en esos terrenos. Si nuestro marido el día de mañana tiene un problema de trabajo debemos sentirnos seguras de salir a buscar un trabajo y poder asumir un liderazgo financiero si es necesario. Tener la valentía y la capacidad de hacerlo es el mayor acto de amor hacia nuestros seres amados. Poder asumir un rol laboral y financiero determinante no es un trabajo solo de hombres, también es de la mujer y demuestra el amor que tiene hacia su familia, sus hijos y hacia su propia persona”, asegura Mariana Franza.
La COO de Ualá afirma que si queremos mayor crecimiento económico y diversidad de pensamiento en el futuro, hay que empezar por la base de la pirámide que es la educación.