El controvertido Elon Musk, ha decidido abrir las puertas de su fábrica de cohetes más peculiar del mundo para el youtuber Everyday Astronaut.
Hablando durante más de dos horas entre el bullicio, Musk nos da a conocer cómo es una jornada de trabajo en Starbase, Texas, mientras platica aspectos técnicos del cohete que está construyendo: el gigantesco Starship Super Heavy.
La primera parte del vídeo está disponible en YouTube, pero aún quedan dos partes por publicar.
En esta primera parte, Musk, se centra en el propulsor B4 de 29 motores que SpaceX acaba de terminar de ensamblar.
Musk hace resaltar en la importancia de lo que SpaceX está haciendo en Starbase: “nunca ha habido un cohete totalmente reutilizable, la gente no lo entiende, esto es el Santo Grial de los cohetes”.
También repite uno de sus mantras: diseñar un cohete no es la parte difícil, sino producirlo en masa y de forma asequible. “Diseñar el sistema de manufactura es 10-100 veces más difícil que diseñar el cohete”, según Musk.
En el vídeo, Musk asegura que la torre de aterrizaje del propulsor Super Heavy será tan compleja como el cohete. Tendrá dos brazos móviles tipo “chopsticks” (palillos chinos) que atraparán el cohete al vuelo durante su descenso, como muestra esta animación de Erc X.
Los rusos “llevan décadas” haciendo cohetes de múltiples etapas con todo tipo de diseños, dice Musk: lo difícil de la Starship es que el coste por tonelada de empuje de los motores Raptor sea inferior a 1000 dólares. El coste por cada tonelada que se envía a la órbita terrestre tiene que bajar para convertirnos en una especie multiplanetaria, razona el empresario.
Musk tiene un “algoritmo” para conseguir este objetivo. El primer paso es “hacer que los requisitos sean menos estúpidos”. El segundo es “eliminar partes o procesos”. “Si no vuelves a meter el 10% de las cosas que eliminas, no estás eliminando suficiente”, dice Musk. El tercero es “simplificar u optimizar” (pero solo después de eliminar, puesto que optimizar lo que no debería existir es la “peor pérdida de tiempo”). El cuarto paso es acelerar, “siempre puedes ir más rápido”. El último paso es “automatizar”.
Musk muestra cómo las aletas de rejilla del propulsor Super Heavy están fijas para ahorrar los costes del mecanismo de plegado. Aun así, son un prototipo y pesan demasiado, por lo que acabarán evolucionando, como el propulsor en sí, que debe pesar menos de 200 toneladas.
En cuanto al historial de vuelos de la Starship, Musk dice que ninguna de las razones por las que los prototipos explotaron estaba en la lista de riesgos, de ahí la importancia que tuvieron para el aprendizaje de la compañía.
A continuación, Musk comenta los avances en el diseño de los motores Raptor. La versión Raptor 2 debería estar lista en un mes, con una presión operativa de la cámara de combustión de 298 bares. El empresario también divaga sobre unidades de medida (“solo un idiota usaría Newtons [en lugar de toneladas] para diseñar cohetes”, “el Pascal es otra unidad estúpida”…).
Por último, Musk ofrece algunos detalles sobre el contrato Human Landing System de la NASA para hacer aterrizar una Starship en la Luna (que acaba de ser aprobado por la Oficina de Responsabilidad del Gobierno de Estados Unidos tras las quejas de Blue Origin y Dynetics). El empresario admite que el diseño de la Starship lunar probablemente evolucione, pero en general el objetivo es evitar hacer un hoyo en la Luna con los motores del propio cohete, cavando la tumba de los astronautas.
Las partes dos y tres de la entrevista se publicarán en el canal de Everyday Astronaut en los próximos días.