En noviembre de 2015, el entonces popular Demonii, el mayor tracker de la época cerraba sus puertas, días después de la caída de YIFI y el cierre de Popcorntime.io. «Lejos de ser casos aislados, empieza a indicar que estamos ante una enorme ofensiva de la industria cinematográfica contra los trackers«, se decía en aquel tiempo.
Desde aquel entonces, no se volvió a saber nada de Demonii en los siete años siguientes… hasta que hace dos días se anunció su inesperada resurrección.
¿Cómo ha sido el retorno?
TorrentFreak ha contactado con su administrador y resulta que no es la misma persona que se encargaba del tracker cuando cerró hace ya 7 años. ‘Suni’ —tal es su pseudónimo— sí tiene historial como administrador de un pequeño website de torrents, que prefiere no nombrar, y que también cerró sus puertas.
Suni descubrió que, aun después de su cierre, el dominio Demonii.com había seguido en manos de su propietario original (el mismo que el de YIFI), y decidió ponerse en contacto con él con la esperanza de que aceptara dejarlo en sus manos.
Durante años, el propietario rechazó esa posibilidad: «Nunca dijo por qué y yo lo acepté». Hasta que un día, tras una charla digital entre ambos sobre los costes de los dominios, cambió de opinión: «Fue como ‘toma, es tuyo, avísame cuando se haya transferido'».
«Aunque muchos pueden argumentar que la pérdida de Demonii en 2015 no fue un gran problema para el ecosistema, siendo realistas, en realidad sí lo fue; era uno de los rastreadores de torrents más fiables del mundo».
De hecho, era tan importante para el ecosistema Torrent, que muchos de los torrents aun en activo de aquella época lo tenían listado todavía como tracker… con el resultado de que, pocas horas después de su reaparición, ya gestiona más de 2 millones de torrents y está siendo usado por más de 4 millones de ‘peers’ (usuarios descargadores).
Ahora, Demonii se basa en una instalación de OpenTracker (al igual que el Demonii original) actualmente alojada en dos máquinas virtuales que ejecutan Debian 11 desde contenedores Docker. Y, según Suni, el servidor todavía está usando sólo una fracción de su capacidad total, por lo que sería capaz de gestionar un tráfico aún mayor en el futuro.

El rastreador admite conexiones IPv4 e IPv6 y maneja alrededor de 300.000 solicitudes activas por minuto. Hay que decir que este rastreador no genera ningún ingreso a su operador y no aloja ningún tipo de contenido.
Ciertamente, BitTorrent ha perdido usuarios a favor de alternativas como el streaming y una vez que los costes de ancho de banda han caído de manera espectacular. Sin embargo, sigue siendo un protocolo que utilizan a diario decenas de millones de usuarios. Por supuesto, más allá del contenido pirata que ciertamente se mueve en las redes P2P, BitTorrent es tan legal como cualquier otra aplicación o protocolo y es una alternativa muy útil al sistema de distribución basado en servidores. O al streaming.