
Seres mitológicos que forman parte de la historia de la Humanidad, ya sea en la vertiente de los dragones europeos o de los dragones orientales, estas ‘serpientes voladoras’ gigantes y escupidoras de fuego han aparecido incluso en la tradición cristiana. Desde el Smaug de El Hobbit al Alduin de TES V SKyrim o los dragones de Daenerys Targaryen en Juego de Tronos, estos seres van más allá de la cultura popular. Son mitos arraigados en culturas muy diferentes, y siguen fascinando milenios después, y lo que es más curioso: inspirando a la tecnología.
DRAGON, un dron capaz de cambiar de forma
Investigadores de la Universidad de Tokyo han desarrollado un robot volador llamado “Dual-rotor embedded multilink Robot with the Ability of multi-deGree-of-freedom aerial transformatiON” (traducido: Robot multienlace con rotor Dual implementado con la habilidad de transformación aérea libre multigrado). O mejor resumido con su acrónimo DRAGON, que suena mejor. De esta forma, DRAGON es como un dragón volador capaz de adoptar varias formas en el aire mientras vuela, ya sea haciéndose un ovillo o estirándose a todo lo largo.
El primer robot-dron, llamado Dragón, ha sido concebido en el laboratorio JSK de la Universidad de Tokio.
¿Cómo funciona?
Este dragón volador tiene como uso principal el poder navegar en espacios pequeños, aunque sus aplicaciones potenciales son enormes. Sus desarrolladores han indicado que puede conectar un máximo de doce módulos, y de ser necesario, actuar como una pinza para recoger un objeto o envolverse en él.
Con una configuración variable, el modelo de la demostración está compuesto por cuatro drones pequeños unidos entre sí, que le brindan la opción de poder cambiar su forma. Y lo que es más espectacular: gracias a la Inteligencia Artificial que lleva instalada, DRAGON es capaz de pensar por sí mismo y decidir qué forma debe adoptar durante el vuelo para superar los obstáculos que se encuentre en el camino.

El sistema de navegación está alimentado por un kit de desarrollo Intel Euclid, además de una serie de baterías colocadas a lo largo del cuerpo que le permiten volar hasta por un periodo de tres minutos.
Moju Zhao, profesor asistente de la Universidad de Tokyo, dijo que la tecnología aún no está lista. “Ahora avanzaremos y diseñaremos un modelo con múltiples piernas a partir de nuestro módulo base. Entonces el robot no sólo podrá volar, sino también caminar».
Un uso potencial enorme
Modelado siguiendo un diseño basado en las tradicionales cometas orientales en forma de dragón, en las que la cola está hecha de una serie de cometas más pequeñas entrelazadas, este dragón volador tiene como uso principal el poder navegar en espacios pequeños, aunque sus aplicaciones potenciales son enormes. Por ejemplo, y ya en configuraciones mayores de 12 drones como mínimo, el DRAGON podría operar como un brazo robótico volador que mueva y manipule objetos.

También podría tener aplicaciones industriales y usarse para examinar tuberías por dentro, o hasta en escenarios que requieran buscar y rescatar víctimas dado que se le puede acoplar una pinza para coger cosas.