En los últimos años ha venido ocurriendo un fenómeno del cual no parece haber una explicación muy clara y que a su vez, se sabe que podría ser provocado de muchas formas y es que las abejas se están extinguiendo.
De hecho, por primera vez en Estados Unidos, siete especies de abejas se encuentran ya protegidas bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Se calcula que en 1988 había un total de 5 millones de colmenas, tan solo en Estados Unidos y para 2015 había sólo la mitad y no sólo se dio ese caso en EE. UU. Sino que apicultores de todo el mundo se vieron afectados y sufrieron pérdidas de entre el 30 y el 90% cada año.
Y es que no es solo el hecho de que las abejas dejen de intentar ampliar la cantidad de panales, ellas simplemente están muriendo.
Los seres humanos tendemos a olvidar lo que las relaciones con otros seres vivos representan para el equilibrio de la vida y la supervivencia, pero debemos ser consientes de que, en el caso de las abejas, su extinción puede ser catastrófica.
Los motivos de la muerte de las abejas aún no están muy bien explicados, sin embargo se sabe que hay dos de los que se tienen datos. El primero sería la propia acción humana a través de pesticidas y por otra parte dos enemigos naturales de las abejas.
Estos últimos son organismos microscópicos que infectan y destruyen a las abejas, por una parte está el Acarapis Woodi que se introduce en el sistema respiratorio de las abejas debilitándolas y ocasionando su muerte.
Y el Varroa Destructor, este se introduce en las celdas de cera en las que se mantienen las larvas de las abejas y se alimentan de ellas, es cuestión de tiempo para que la Verroa se expanda por toda la colonia y la destruya.
En el caso de los pesticidas, su composición debilita es sistema nervioso y desorienta a las abejas, las confunde al grado de que ya no son capaces de regresar a su colmena.
Y bueno la muerte de las abejas no es solo un tema de extinción animal, sino que podría ser un suceso catastrófico para la humanidad entera y es que son las abejas quienes se encargan de la polinización y gracias a esto, al menos una de cada tres comidas que el hombre consume es posible.
Si las abejas llegaran a desaparecer, también desaparecerían una multitud de plantas que dependen de ellas y con el tiempo, los seres humanos.
No solo la comida de los seres humanos, también la del ganado y otros animales que consumimos, lo que haría más grave la situación, además de que los fabricantes de pesticidas también están en riesgo, buscando nuevas alternativas, pero no son muchas las opciones y el tiempo se está acabando.