En una película de animación japonesa ‘Ghost in the Shell’ (Mamoru Oshii, 1995) se puede ver todo el proceso de creación de un robot: Se puede ver como se crea desde los órganos hasta los huesos, pasando por los músculos y, finalmente, la piel, podemos apreciar cómo la protagonista es casi creada desde cero. Esta escena icónica de ciencia ficción esta pasando a ser real gracias a investigadores japoneses que han creado una piel viva que recubre un dedo robótico, amoldándose a sus movimientos, repelente al agua y, además, poder curarse a si misma, tal cual ocurre con nuestra propia piel. Las conclusiones acaban de publicarse en la revista ‘ Matter‘.
Detrás de esta investigación se encuentra Shoji Takeuchi, del Instituto de Ciencia Industrial de la Universidad de Tokio (Japón) y pionero en el campo de la robótica biohíbrida, cuyo objetivo es incorporar tejidos vivos en dispositivos artificiales.

Dicha piel proporciona varias ventajas, una de ellas es que le proporciona al robot una superficie con la textura de la piel. También ofrece la capacidad de ser impermeable y cierto nivel de regeneración. Además, se espera que una apariencia más humana mejore la interacción de los robots con los seres humanos. Aunque ya existen pieles de silicona esta alternativa esta lejos de ser óptima. Los detalles más finos de las texturas, tales como los pliegues de la piel se pierden. La silicona carece además de las funciones que cumple la piel.
El dedo y las células
El método fue utilizado para cubrir un dedo robótico. Y aunque el dispositivo se ve como algo salido de una tienda para adultos, puede ser un importante primer paso hacia muchas interesantes aplicaciones.
Para elaborar esta nueva piel, el equipo sumergió primero el dedo robótico en un cilindro relleno de una solución de colágeno y fibroblastos dérmicos humanos, los dos componentes principales que forman los tejidos conectivos de la piel.
La mezcla tiene una tendencia natural a encogerse. De esta manera se creó una primera capa de células. Sobre ella se aplicó una capa de queratinocitos. Las células que componen el 90% de la parte exterior de la piel.
Un robot con piel humana
El resultado fue un dedo robot con piel humana. Las cualidades de la piel se preservaron. El nivel de fuerza y elasticidad fueron suficientes para soportar los movimientos del dedo mecánico. Si la piel del dedo se daña es posible curarla con una banda adhesiva de colágeno.
Lo que si es verdad es que la piel es por ahora más débil que la piel humana y no puede sobrevivir mucho tiempo sin un suministro de nutrientes y operaciones de limpieza. El equipo de desarrolladores trabaja para solucionar dichos problemas. También está entre sus planes agregar neuronas sensitivas, folículos capilares y glándulas de sudor.
Cabe también preguntarse sobre el potencial que esta tecnología podría tener para la creación de prótesis.