Por muchos años la materia oscura ha sido un total misterio, de hecho puedes ver un poco más de este tema en nuestro post sobre la materia oscura. Fría, oscura, indetectable y para colmo formando gran parte de nuestro universo, un componente realmente desconcertante y extraño que simplemente no podemos detectar, pero tal vez eso quede en el pasado a partir de ahora, ya que China ha dado un gran paso en cuanto a la investigación de la materia oscura: El primer satélite preparado para este fin ha sido lanzado, y lleva por nombre DAMPE, que significa Dark Matter Particle Explorer, aunque ha sido bautizado por los Chinos como Wukong (Rey Mono).
Bien, supongo que en este punto tendrás curiosidad de saber qué es lo que lleva a bordo el dichoso satélite o sonda; tiene cuatro sensores: Un monitor de silicio-tungsteno, un calorímetro BGO, un detector centelleador plástico y un detector de neutrones. El objetivo final de cada uno de los sensores es poder capturar y rastrear partículas de alta energía, para llegar hasta su origen que probablemente sea donde se producen choques entre partículas de la ya mencionada materia oscura. La mala noticia es que, como bien sabemos, la materia oscura hasta el momento es solo una teoría que hace “encajar” de una forma u otra las fórmulas matemáticas y científicas que de otro modo no tendrían sentido.
Es por lo mencionado anteriormente que el satélite puede que no llegue a detectar nada, ya que a ciencia cierta no se sabe exactamente lo que se está buscando, pero seguro los científicos chinos tienen una buena idea de ello. Cabe destacar que el satélite fue construido por científicos chinos en colaboración con la Universidad de Ginebra, además, fue probado en el CERN.
DAMPE es solo la primera de cinco misiones espaciales desarrolladas por los chinos para la investigación de fenómenos similares a la materia oscura. Una de las otras misiones es bastante interesante y se enfoca en las comunicaciones cuánticas, más específicamente se probará si los fotones lanzados desde estaciones en la tierra en dirección al satélite podrían seguir entrelazados con sus contrapartidas en la tierra, sin duda algo bastante impresionante.
Fuente: Unocero